
El objetivo del tratamiento de la Enfermedad de Ménière es mantener la audición del paciente útil el mayor tiempo posible y disminuir al máximo los episodios vertiginosos, tanto en frecuencia como en intensidad. Diversos fármacos y medidas preventivas han sido estudiados a lo largo de los años, tanto para la etapa aguda del vértigo como para el mantenimiento que reduzca las recurrencias. La base del tratamiento es la restricción de sal en la dieta, con el objetivo de disminuir retención de líquidos en el cuerpo y por consecuencia en el oído interno. La relación íntima entre la enfermedad de Ménière y la migraña hace también que una dieta antimigrañosa, sin semillas oleaginosas, chocolate, vino tinto y otros detonantes de migraña sea de utilidad.El Ménière se presenta mas entre los 20 y 40 años y es más frecuente en el género femenino. Ocurre aproximadamente en 150 de cada 100,000 personas. Suele afectar un solo oído en hasta el 60% de los pacientes, pero puede ser bilateral.
¿Funciona la betahistina para la enfermedad de Ménière?
Desde los años 80s comenzó a utilizarse la betahistina en países europeos y se popularizó desde hace 15 a 20 años. Actualmente no cuenta con aprobación de la FDA en Estados Unidos por lo que no se usa en ese país. Es uno de los fármacos más utilizados para el control a largo plazo del Ménière, sin embargo, las dosis que brindan franca utilidad son muy altas. ¡Cada tableta viene de 16 a 24 mg y las dosis más efectivas son de entre 280 y 340 mg (12 a 14 tabletas) al día! El medicamento es eficaz, su problema es que la mayoría se pierde en su paso por el hígado y al oído interno llega muy poca cantidad. Las dosis de 72 mg usadas regularmente son de utilidad dudosa. Se puede tomar junto con selegilina que inhibe el metabolismo del fármaco en el hígado, pero requiriendo de estudios regulares de control hepático. Se está formulando desde hace años una betahistina intranasal que podría tener mejor llegada al oído interno con dosis menores, pero se mantiene en fase experimental.
¿Porqué se usan diuréticos en la Enfermedad de Menière?
Múltiples diuréticos son utilizados para el control de los pacientes desde los años 60s. Su efecto busca deshidratar un poco al oído interno evitando la hiperpresión de la endolinfa. Uno de ellos, la acetazolamida tiene un efecto directo en las células del oído interno que producen endolinfa, las llamadas células oscuras, que contienen una enzima (presente también en el riñón) llamada anhidrasa carbónica. Esta enzima es la responsable de la producción de endolinfa, por lo que este diurético en particular tiene un efecto directo para regular los líquidos del oído interno en los pacientes con Ménière.
¿Para qué se administra cortisona en Enfermedad de Ménière?
En el caso de los episodios agudos y también buscando un efecto regulador a largo plazo se han utilizado los corticoides, como dexametasona, hidrocortisona y prednisona. Son benéficos para el oído interno en Ménière tanto por su efecto antiinflamatorio potente (protegiendo a las células dañadas del oído interno), su efecto mineralocorticoide (capacidad de regular el balance de líquidos en el oído interno) y su efecto inmunosupresor (recordando la teoría autoinmune que puede generar Ménière). Los corticoides se dan tomados o pueden ser infiltrados en el oído, evitando sus efectos adversos en el resto del cuerpo. Actualmente se están estudiando preparaciones de dexametasona de liberación prolongada que pueden instilarse en el oído como el OTO-104 que están en fase de investigación.
¿Existe riesgo por recibir gentamicina para controlar el vértigo en Ménière?
La gentamicina es un antibiótico común que tiene por efecto adverso el producir pérdida auditiva y de la función del equilibrio cuando es administrado para algunas infecciones. Hoy por hoy lo podemos inyectar directamente al oído, con el objetivo de disminuir de forma controlada la función del equilibrio de los pacientes, para así controlar el vértigo a largo plazo. Es altamente efectiva, pero se debe considerar que puede generar mayor pérdida auditiva en 3 de cada 10 pacientes, por lo que su uso debe ser cuidadoso y sobre todo en pacientes con un oído que ya es poco útil para escuchar.
Referencias: Crowson MG, et al. A Systematic Review of Diuretics in the Medical Management of Ménière’s Disease. Otolaryngol Head Neck Surg. 2016 May;154(5):824-34. Phillips J etal. Efficacy of Intratympanic OTO-104 for the Treatment of Ménière’s Disease: The Outcome of Three Randomized, Double-Blind, Placebo-Controlled Studies. Otol Neurotol. 2023 Jul 1;44(6):584-592.